EL BULLMASTIFF

Todo ello sin olvidar que las leyes forestales británicas permitían el
paso de viandantes y viajeros por esas reservas cinegéticas sin limitación de
ningún tipo, lo que implicaba que los "perros de los guardabosques"
debían contar con una innata capacidad de discriminación de tal manera que en
ningún caso pudieran resultar un peligro para estos inocentes peatones que
estaban en el perfecto derecho de cruzarse en su camino, todo lo cual era
motivo más que suficiente para que el guardabosques extremara sus precauciones
al seleccionar a los perros mas equilibrados para realizar estas tareas. Por
todo esto los Bullmastiffs tienen como principal característica el poseer un
extraordinario sentido de discriminación - siempre que se le haya socializado
correctamente- que le permite saber instintivamente lo qué debe hacer en cada
momento, él, nunca importunara (salvo para mendigar algún que otro mimo) a las
visitas o a los trabajadores de la casa con ladridos o gruñidos, les dejara
pasear tranquilamente manteniendo una discreta vigilancia. Más llamativo aún es
el hecho de que no requiera de ningún tipo de adiestramiento especial para la
guarda, basta con una educación básica (de hecho, el adiestramiento en defensa
y ataque está totalmente desaconsejado). El secreto para conseguirlo es bien
sencillo: tiene que sentirse parte de la familia, de “su” familia humana (“su”
manada) compartiendo su vida con ella y si se hace así, él hará lo imposible
por agradar en todo momento y situación. Como buen Gentleman siempre hace gala
de la típica “flema” británica... como si no pasase nada, el se limitara a
mirar fijamente a quien ose introducirse en sus dominios, pero llegado el caso,
si la ocasión verdaderamente lo requiere, actuará sin paliativos y sin dudarlo
ni un momento saltando sobre el intruso, derribándole y manteniéndole
inmovilizado en el suelo hasta que nosotros decidamos que hacer con él,
raramente emplea la boca salvo en casos de extremo peligro de su “familia”, lo
que le hace especialmente atractivo como perro de defensa para uso particular a
todo esto hay que añadir su sorprendente discreción; raramente ladra, salvo
para avisarnos de algo o para incitar a otro perro al juego. No es un perro de
un solo dueño y acatara sin excesivos problemas las órdenes de todos los
miembros de la familia. El siempre será feliz mientras comparta nuestras
actividades, ya sea dando largos paseos, acompañándonos a hacer footing o
estando tirado a nuestros pies durante largas horas
Con los niños es extraordinariamente cariñoso y paciente y


el cuarto posterior y
abalanzarse sobre su enemigo para derribarlo e inmovilizarlo. Los machos
alcanzan una altura de 63 a 69 cm en la cruz y un peso cercano a los 50-60
kilos, aunque no es de extrañar que en ocasiones superen incluso en cuatro o
cinco kilos este peso (pero no en 15 ó 20 como se ven muchos hoy en día, ya que
pierden su resistencia y agilidad), sobre todo si practican mucho ejercicio en
exterior y fruto de ese ejercicio desarrollaran una musculatura superior,
las hembras tienen entre 61 a 66 cm en la cruz y unos 40-50 kilos de
peso.Bien socializado y educado raramente muestra
dominancia, es de carácter muy tranquilo con otros machos, salvo cuando hay
hembras en celo cerca, ahí manda el instinto y siempre intentara imponerse,
pero incluso en esta situación, el mantendrá la compostura, sin sobre actuar ni
causar daño excesivo. Sus colores van desde el arena claro al rojo cervato,
pasando por el atigrado (en todos sus tonos), pero manteniendo siempre
uniformidad, pureza y claridad. Todas estas características hacen del
Bullmastiff un perro ideal para familias, capaz de convivir con niños pequeños
sin problemas y que, perfectamente, puede ser el primer perro de una familia ya
que su fácil “educación” y sus deseos de agradar harán de él un “delicioso”
compañero de fatigas que además, se preocupara muchísimo de defender a ultranza
a toda su “familia” humana.

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